¿Te ha sucedido que conoces a un chico hermoso, sensual y atlético? Todo marcha bien, te tomas un trago con él, se ríen juntos y es obvio que hay una conexión. Entonces lo invitas a tu apartamento el cual no está muy lejos y le dices que tienes una botella de vino en la nevera la cual se pueden tomar en el balcón y relajarse y conocerse mejor.
¿Pero qué sucede entonces? Llegas al apartamento y en cuanto le metes la llave a la puerta él ya tiene tu verga en su boca, entonces entras y logras desvestirte sin que el deje de mamártela. Le besas el cuerpo, le lames su entre pierna hasta llegar a su pene. Te lo tragas una y otra vez mientras se va poniendo más resbaladizo con su liquido pre-seminal. Tienes sudor en los templos, le abres las piernas y le lames su culito perfecto y le metes un dedo.
Él te pregunta si tienes un condón y sales corriendo a tu nochero en la habitación ya que no pasaron de la sala y regresas con el condón y el lubricante. Él te ayuda a ponértelo, desesperado por tenerte adentro y lo penetras suavemente.
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Justo cuando ha pasado el dolor inicial intentas metérselo más profundo, pero él te empuja con su mano y se queja, sigues siendo delicado, pero al mismo tiempo tratas de abrirle las piernas para poder clavártelo y aquí es cuando te das cuenta que este chico no te dejara clavarlo ni duro, ni profundo, ni rápido, el solo te esquivara con los ángulos de su cuerpo…el solo quiere sentir la puntica, pero no está dispuesto a recibirte como amerita el caso. Ahora la calentura inicial se ha convertido en una aburrida. No hay química.
¿Te ha pasado esto a ti? A mí me parece que esto suele suceder más a menudo de lo que uno desearía.
Quiero oír de ustedes acerca de este tema. Y Manhunt desea que compartan este post a través de las redes como Facebook y Twitter.
-Rocco