Márgenes sexuales durante una faena

Las relaciones sexuales gays pueden ser catalogadas como fuertes, diversas, eróticas y hasta mejores que las heterosexuales. Los activos como los dominantes y los fuertes de la relación, el pasivo como los receptores de todas las pasiones de otro macho, los versátiles que saben jugar como ajedrecistas en cualquier papel que les toque ligar o aquellos que física y personalmente insinúan ser de un rol determinado y terminan desempeñando otro…

Así es nuestro universo, muy diverso, sexual e incluso demasiado atrevido. Pero existen límites y es importante decir NO a tiempo cuando las cosas amenazan con volverse nocivas.

Aquí va el primero y tiene que ver con el Sexo Oral. Comerle a un chico el pene, saborearlo y masturbarlo con la boca, es uno de los mayores placeres de los cuales gozamos, pero ¿dónde está el límite? Se encuentra en la mala higiene, encontrarte con un pene con mal olor y que sepa asqueroso, puede hasta matar el placer de forma inmediata, y peor aún, si te toca chupársela manteniendo la respiración porque hay ganas de mamar, pero el olor es insoportable. En esos casos, es mejor decir NO.

El segundo de los márgenes va de la mano del anterior. Lo normal de cuando practicamos sexo oral es llegar hasta al término de la acción ¿Y que tenemos al final de una mamada? Semen, mucho semen del cual tienes que elegir el límite del placer. Ahora tú eliges si se derraman dentro de tu boca o en otro lugar, y si eliges dentro de tu boca entra la duda entre tragarlo o no.  Generalmente optas por escupirlo, pero si eres de los que te gusta complacer demás y eliges tragarlo lo mejor que puedes hacer es meterte el pene hasta el fondo de la boca y dejar que el semen caiga directo a tu garganta y tragar de una, ya que si dejas que tus papilas gustativas lo saboreen te puedes estar topando un sabor amargo. Obviamente debe existir confianza entre tu y el chico que tienes al frente; pero sobretodo SEGURIDAD de que el semen que tomas es el de un chico sano.

Otro de los márgenes a los cuales les podemos decir ‘eso no… jamás’ es al famoso Beso Negro. Para realizar la mamada del culo de otro hombre primero se necesita mucha confianza, saber a quién se lo haces y sobretodo que sepas que este bien sano. Una excelente limpieza es la que marca la pauta para saber si le osamos a la acción o no. Pero una vez ya entrados en la aventura esta práctica es una de las mejores, ya que el placer es mutuo. Goza tanto el que lame el culo como al que se lo están lamiendo… que rico!

Los límites del sexo salvaje, los cuales encontramos al ser toscos y alocados. Haladas de cabello, nalgadas pasadas de tono, mordiscos que se pasan de lo normal pueden dar como consecuencias dejar todo tirado porque se pasó de la raya, así que hay que saber seguir un ritmo para no terminar una faena como un momento para recordar.

Estos son algunos de tantos límites que existen, por eso te invito a que nos escribas en los comentarios para que nos cuentes cuales son los márgenes a los cuales tú has llegado.

– Jorge

Autor: crestrepo

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