Demuestra Que Eres Gay… Y Salvate De Ir A La Guerra: Pt 1

No es secreto que algunos países opten por evitarnos en sus ejércitos al considerar perturbador que unas cuantas ‘manzanas podridas’, afecten la disciplina al interior de las tropas… o dicho de otra manera, piensan que ser gay es como tener gripa y contagiar a todos de tu ‘enfermedad’.

En países como Estados Unidos, el tema ha sido motivo de constantes debates pues muchos de los nuestros exigen su derecho de irse a la guerra… pero en lugares como Turquía, donde la guerra no es algo que los chicos de nuestra comunidad tengan como meta, el declararte gay parece ser la salvación… y digo parece pues asumirte como tal no te da cárcel, pero si te hará pasar un mal rato con la gente del gobierno.

Para explicarme mejor voy a echar mano de un reportaje de la BBC que recientemente abordó el tema de la homosexualidad en el mundo musulmán.  Resulta que, según la BBC, en Turquía hay tres razones que impiden al gobierno reclutar jóvenes para la guerra: La enfermedad motriz, la enfermedad mental… y por supuesto, la “siempre nefasta enfermedad homosexual”…. Ay Dios…

Imaginemos por un momento que somos un chico turco caminando por ahí, la la la la, y de repente: PUM! Te atrapan los de la mili y te reclutan. Tu, asustado, entendiendo que te darán un fusil y te enviaran a la guerra (que por allá nunca para), echas mano del salvavidas que la ley te da y dices:

Disculpen, pero soy homosexual, así que no me pueden llevar…

Tú sonríes creyendo que te libraste fácil del tema, pero lo que te espera es un procedimiento ‘constitucional’ que más que salvarte, te humillará para siempre…

Por falta de espacio debo contarles el ‘delirante’ desenlace de esto en el siguiente post, pero mientras tanto me pregunto: Por qué los ejércitos son un monumento al machismo?, acaso las armas y el deseo de batalla son sinónimo de homofobia?… parece que la respuesta es sí, pero yo no veo en qué momento el patriotismo y la orientación sexual se hicieron incompatibles. Ustedes que piensan?

– Jorge

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Autor: crestrepo

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