“¿Que ojo de loca no se equivoca?”… Pues parece que sí existe el ‘Radar Gay’
Cuando una persona conoce a otra puede perfectamente hacerse una primera impresión con solo cruzar unas palabras… hasta ahí no hemos dicho nada nuevo verdad?; pues bien, según un nuevo estudio, esta aguda percepción también funcionaría para determinar la orientación sexual del interlocutor si se tienen en cuenta algunos rasgos faciales y es a este ‘sexto sentido’ que se le conoce coloquialmente como ‘radar gay’.
Y quien dice semejante cosa?… pues Joshua A. Tabak y Vivian Zayas, psicólogos de las Universidades de Washington y Cornell, en Estados Unidos, respectivamente, quienes realizaron dos experimentos con un grupo de 129 personas, mostrando a cada una de ellas más de 400 fotografías de hombres y mujeres jóvenes para que identificaran su preferencia sexual. Los resultados del trabajo, que se publicaron en la revista PLoS ONE, revelaron que los participantes acertaron en decir quiénes eran gay en un 60%.
Según el propio estudio, lo contundente de esta cifra aparece si se tiene en cuenta que esas personas vieron cada imagen solo durante 50 milisegundos, un tercio de lo que dura un parpadeo. Además, las fotografías eran en blanco y negro, fueron recortadas y no incluían cabello, barba, maquillaje, gafas, aretes, tatuajes u otros elementos que pudieran dar pistas sobre su tendencia sexual.
Tabak y Zayas descubrieron que las medidas del alto y el ancho de la cara o la distancia entre los ojos son claves para juzgar la preferencia sexual de una persona (será?). En investigaciones anteriores, los científicos (que no han manejado el tema con tintes homófobos en ningún momento) habían encontrado que se puede detectar fácilmente si alguien es homosexual con solo observar los ojos, la boca y su corte de cabello.
Según los autores del trabajo, no todo el mundo posee el ‘radar day’. “Aún hace falta realizar más estudios que demuestren si las personas de generaciones previas a la época de la liberación sexual pueden hacerlo”, dice Tabak. Lo cierto es que esta investigación es un ejemplo de que la gente puede juzgar detalles sobre una persona por sus caras y señales no verbales.
Si me lo preguntan, aunque los autores de este estudio digan que no, la sola idea de desarrollar “estudios morfológicos” para saber la preferencia sexual de alguien, me parece ofensiva. Ojalá y las teorías que salgan de tan ‘brillante’ trabajo, no generen más prejuicios sociales de los que ya de por sí, tenemos que enfrentar.
– Jorge
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