‘Calientahuevos’ que se pudran en el infierno

Me pasó este fin de semana… y creo que no soy el ‘único de mi especie’. Conocí a un chico encantador, era el nuevo del gimnasio y se acercó a mí con la clásica pregunta de: “Ese ejercicio que estás haciendo para qué sirve?… yo le expliqué generoso mientras con mi mirada le pegué una escaneada de pies a cabeza que lo colocó de una en mi lista de “Me Gusta”.

El chico, unos años mayor que yo, siguió saludándome toda la semana y al llegar el viernes PAM!, me sale con una invitación a cenar. Y comienza entonces esa puta sensación de maripositas, que uno piensa que la suerte por fin sonríe dando fin al “laaaargo verano”, pero NO!, porque al llegar a la cena, y en la mejor parte de la conversación, el tipo (como si nada) dice: Me encanta este restaurante, siempre vengo aquí con mi novio cuando celebramos algo especial….

Afortunadamente no estábamos tomando sopa porque seguramente se la hubiera terminado echando encima, pero el caso es que gente como este chico abunda en el medio.

No sé si yo estoy mal de información, pero entiendo que uno ‘coquetea’ cuando quiere: O novio o sexo, pero coquetear por coquetear, sólo para no perder la práctica o para sentir que aún se es capaz de levantar a alguien, me parece una cabronada. En el casoparticular de este chico, a quien desde aquí le envió un saludo para la mami, le parecía de lo más “NORMAL” invitar a alguien a cenar aprovechando que su novio estaba de viaje, sin que eso significara que buscaba sexo o una relación paralela… es, para él, algo que hacía por elemental educación.

Al carajo la gente ‘educada’ que se anda con ‘nadaditos de perro’ esperando que uno sea el malo del paseo. Si me preguntan, creo que en el infierno (si lo hay) debería existir una sala exclusiva para los ‘calientahuevos’… ustedes que piensan?

– Jorge

Autor: crestrepo

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