¿Cuando dejaran de celebrar el orgullo gay?
De un tiempo para acá, me entretiene mucho leer a un chico español llamado Carlos García, quien con MUCHA pasión critica en la web (al mejor estilo de GON) aquello que no le parece o de plano no le gusta y que esta semana, se fue lanza en ristre contra la gente que censura la existencia de una marcha del orgullo gay, argumentando cosas delestilo de: “Marchar como unos mamarrachos semidesnudos sólo ayuda a que la sociedad los discrimine más” o “Para que insisten en pedir derechos si ya la sociedad les ha dado bastante”.
Pues bien, Carlos se truena los dedos antes de escribir y lanza un certero pero a veces doloroso análisis de los que estas marchas simbolizan. Por ejemplo toca el tema de que la marcha se llame “Del Orgullo Gay”, pero reúna temáticas bisexuales, transgeneristas e intersexuales, enviando a la gente el mensaje de que todo eso es una sola cosa. Yo la verdad con estos temas, me siento como caminando sobre huevos pues ya antes he dicho lo poco que me siento representado por estas marchas, sin embargo, retomando el análisis de Carlos, él señala la necesidad (como minorías) que tenemos de hacer equipo para tornarnos visibles. Recalca también que es una gran lección de unidad la que supone un colectivo como el LGBTI, tan distinto entre sí, pero a la vez tan unido cuando se trata de reclamar derechos.
Y sobre el asunto de ver en las marchas “mamarrachas” (cito) o locas semidesnudas que (vuelvo y cito) “poco ayudan a generar aceptación en la sociedad”, nuestro amigo responde en su columna: “Para que se entere todo el mundo, yo no busco ser normal ni que se me mire como a una persona normal. Yo busco que se me trate con respeto, como a un ser humano, sea como sea yo. ¿Qué pasa, que para que haya igualdad tenemos que comportarnos todos del mismo modo? ¿Qué si aparecemos en una carroza bailando y un tutú de plumas ya no nos merecemos la consideración de personas? … ¿Qué los únicos maricones que valen son los que están calladitos y no dan vergüenza ajena?, pues no!”
El escrito continúa en un tono similar y finaliza con fuerza respondiendo una última pregunta de un bloggero: ¿cuándo van a dejar de celebrar el Orgullo? a lo que Carlos responde categórico: “Dejaremos de celebrar el puñetero Orgullo cuando la gente deje de preguntarse por qué lo celebramos”.
Ciertamente el escrito me gustó porque me hizo ver un lado nuevo de un tema que creí, ya tenía repasado. Bueno o no, el día del orgullo gay volverá cada año, quien sabe hasta cuándo. Y aunque en mi caso no represente una fecha de júbilo especial, si debo agradecer por la existencia de gente llena de pasión, que lucha por aquello en lo que cree, contagiando a aquellos como yo, que quizá caen en esa triste categoría de “Maricones calladitos que no dan vergüenza ajena”… a veces como que envidio a la gente así de vital y ‘revoltosa’.
– Jorge
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