Las grandes empresas, ¿salen del armario?

Últimamente me ha llamando la atención el interés de muchas empresas a las que llamamos ‘tradicionales’ han salido en la búsqueda, obligadas por la crisis económica que estamos viviendo, de buscar diferentes sectores de negocio a los que no estaban acostumbradas a dirigirse.

Uno de esos sectores o clientes potenciales es claramente el colectivo gay o LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales). Dichas empresas han modificado sus estrategias de marketing y, ahora, sí ven en el colectivo gay un sector necesario e imprescindible para poder cumplir sus objetivos de negocio.

Muchas empresas han apoyado y confiado en el colectivo gay como SAS, Schweppes o American Airlines, entre otras, y muchas optaron por cerrarle las puertas sin más. Algunas de ellas, hoy por hoy, están buscando poder introducirse sigilosamente en dicho colectivo, porque necesitan captar un mercado donde, a pesar de la situación económica que se vive, se ha demostrado que el consumidor gay siempre será un cliente con mayores posibilidades económicas.

Este sector incluye el llamado segmento de consumidores DINK -Double Income No Kids (doble sueldo, ningún hijo)- al que pertenece el público gay. Numerosos estudios desprenden la conclusión de que, sólo este sector mantendrá el mismo nivel de consumo, ya que está compuesto por parejas de adultos con doble sueldo que, de común acuerdo, optan por no tener hijos. Esto les permite destinar sus ingresos a otros aspectos como la estética, salud, moda, cultura, viajes, tecnología, diseño, etc.

Tomando como referencia los barómetros de comportamiento social en que vivimos, el posicionamiento de una marca en un ámbito gay, lejos de generar conflicto con los consumidores, propicia un rejuvenecimiento diáfano de los valores actuales.

Este cambio en la estrategia comercial de algunas empresas se produce por una necesidad económica y no por convicción. Es un importante avance hacia la normalización por la que tanto trabajamos, lo que no justifica un comportamiento puramente interesado.

Pero no falta mucho para que las empresas se den cuenta y tomen en serio al colectivo gay, ya que éste quiere gastar en productos y servicios que los incluyan, por ejemplo, en las campañas publicitarias. De no ser así, habrá que elegir mejor a quién comprar.
Fuente: SentidoG

Autor: crestrepo

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