Un muro de secretos anónimos

La propuesta es tan simple como atractiva. The Wishing Well (“el pozo de los deseos”) es una página web en donde miles de hombres gays escriben notas muy breves con sus secretos más íntimos: desde tiernos mensajes de amor, hasta verdaderos descargos de odio o lamento. Las contribuciones son anónimas y se publican sin moderación.

Desde su creación, a principios del año 2010, el sitio explotó con mensajes de todos los colores y más de 25.000 visitas diarias. También ha sido recomendado por reconocidos blogs de audiencia gay, como Towleroad o Queerty.

“Realmente no sé por qué The Wishing Well se volvió tan popular y adictivo”, dice su creador, Mark Adnum, un emprendedor radicado en Sydney, Australia. “En lo personal, me sirve para lograr buenas catarsis, cuando cuento esas mentiras blancas que he dicho a amantes y parejas a través de los años, y sé que, a pesar de hacerlas públicas, nadie es capaz de atribuírmelas”.

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Mensajes que arden

A lo largo de estos años, The Wishing Well ha clasificado los mensajes de sus anónimos contribuyentes en una gran variedad de categorías, entre las que podemos citar “adulterio”, “ex novios”, “HIV/SIDA”, “citas”, “admirador secreto”, “enamorarse”, “decepción”, “no estoy interesado”, o “¿qué carajos…?”, entre muchas otras. Sin embargo, en cualquiera de ellas podemos encontrar mensajes que nos impactarán como un dardo filoso. He aquí algunos ejemplos:

“Por favor, dejá de mandarme mensajes de texto; en realidad no quiero chuparte la pija tres veces por día; solo lo dije para calentar el momento”.

“Fuiste el primero. Así que, aunque estemos a varios kilómetros de distancia, persiguiendo nuestros sueños, quiero que sepas que siempre te estaré esperando. Extraño tus brazos”.

“Tu verga incircuncisa era tan grande, es una lástima que no hayamos logrado que me la metas. La única cosa más grande era tu corazón. Espero que podamos volver a intentarlo ahora que han pasado unos cuantos años. Prometo mantener la mente abierta, si vos podés mantenerte sobrio. Te quiero”.

“Te engañé dos veces, pajeándome con otro chico. Nunca lo vas a saber. Perdoname”.
“Sé que sabías que tenías VIH y me mentiste. Estoy averiguando mis alternativas legales”.

Así nació The Wishing Well

Mark Adnum desarrolló la página luego del Mardi Gras del año 2010. Durante ese fin de semana conoció a un par de chicos con los que parece haberlo pasado muy bien. Sin embargo, al término de la celebración gay se separaron y no volvieron a cruzarse.

“Me pregunto por qué incluso cuando nos logramos conectar sexual y emocionalmente tenemos que separarnos y pretender que nunca nos conocimos (…) Hay tantas cosas que no decimos, ya sea por las circunstancias o nuestra incapacidad para articular una respuesta…”, reflexiona Mark. “No creo que sea bueno para el espíritu guardar todo en el interior; así que pensé que sería bueno tener un espacio en donde los chicos puedan expresar libremente sus pensamientos”. Así nació The Wishing Well.Un muro de secretos anónimos

Fuente: SentidoG

Autor: crestrepo

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