Porno, intimidad y problemas de erección

No son pocos los hombres que cuando están solos logran naturalmente una erección plena, pero que cuando están con otro hombre sufren diversas dificultades para lograrlo, llegando incluso a poner en riesgo el éxito del encuentro. Aquí repasamos dos factores que pueden ocasionar esta incapacidad, que es mucho más común de lo que se cree.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que, si la erección es posible cuando estamos solos, entonces no se trata de un problema físico, sino más bien psicológico o emocional, generalmente vinculado con las inseguridades y temores en torno al sexo. Lo segundo, es que existen profesionales a los que podemos acudir para tratar estos temas, e incluso profesionales orientados a hombres gays (una buena idea es consultar con la organización gay más cercana).

Ahora bien, también existen ciertos factores generales que contribuyen a dificultar la erección en presencia de otro hombre. Aquí planteamos un par de ellos.

El sexo ideal del paraíso porno

El porno es muy útil, pero también puede representar una carga. En general, los hombres más jóvenes tienden a esperar que su vida sexual se desarrolle como esas escenas de sexo ideal. De hecho, muchos chicos suelen sentir que si no hacen las mismas cosas que los actores (en el mismo orden y con los mismos ruidos) no están teniendo un buen sexo.

El truco es que las escenas que vemos están meticulosamente editadas y no llegamos a notar las inseguridades, accidentes, malhumor y, sí, problemas de erección que también tienen esos héroes del sexo. Nuestro mejor consejo es que disfruten del porno, pero también aprendan a disfrutar de la experiencia exploratoria de descubrir al otro y qué tipo de placer funciona entre los dos, lo que nos lleva al segundo factor…

Aprender a disfrutar de la intimidad

Muchos hombres jamás reconocerán que tienen problemas para aprender a relajarse y disfrutar de la intimidad con otros hombres. Pero ahí están… Y aquí tenemos que diferenciar la intimidad de un encuentro casual con la intimidad de un noviazgo.

En el primer caso (encuentros casuales) sugerimos bajar la ansiedad, aprender a moverse mucho más lento e invertir más tiempo en el juego inicial de besos y caricias, demorando el momento de la penetración.

Para el segundo caso (noviazgo) vale también el mismo consejo, pero al haber una relación se corre con una gran ventaja: la posibilidad del diálogo. Siempre es buen consejo compartir lo que sucede y hacer partícipe al otro para desarrollar juntos una sana intimidad, en donde los problemas de erección de este tipo serán pronto un recuerdo anecdótico.

¿Qué otros consejos o experiencias pueden sumar?

Fuente: SentidoG

Autor: crestrepo

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