Relaciones Imposibles: ¡Rompe con él!
Con lo difícil que es tener novio, cuando finalmente parece que has encontrado a tu príncipe azul, resulta que con el tiempo que se acaba convirtiendo en un sapo. Y de los feos.
Hay chicos que resultan conceptualmente ideales de la muerte, pero tener pareja no es solo tener atracción mutua o gustos afines, implica compartir tiempo y espacio y muchas veces ese punto es precisamente el que falla: la intimidad.
Si solo discutís, si no hacéis el amor, si miras a otros chicos, si lo ves más como a un amigo e incluso te has planteado abrir la pareja para ver si la cosa puede solucionarse… el tema empieza a oler mal. Bastante mal.
Está muy bien tener paciencia, tratar de solucionar las cosas, hablar, en fin, todo aquello de sentido común que permita continuar con una historia de amor. Pero seguir por seguir, por comodidad, por rutina o incluso por pena, es lo peor que se puede hacer. Porque seguramente estéis dejando de conocer a alguien que os haría realmente felices.
Aferrarse a un clavo ardiente nunca es una buena solución. Romper con alguien con el que has pasado buenos momento siempre es costoso y tremendamente doloroso, porque te desprendes de una parte que has sentido con mucha intensidad.
Pero cuando la chispa se acaba y no consigue reavivarse lo mejor es cerrar esa etapa, descansar y reflexionar. Así, cuando vuelvas a la caza, irás con la lección bien aprendida y mejor ojo para la próxima vez.