Como dice el dicho: entre más primo, más me arrimo

Lo razón de este dicho es real, y si no estoy mal, gran parte de nosotros cuando iniciamos a descubrir nuestra sexualidad, nos topamos con un primo que se convierte en confidente… o en primera vez, tal cómo me pasó a mi hace varios años con mi primo Alfonso (Un saludo para ti, si estás leyendo esto, cabrón).

Desde muy niños la relación con mi primo fue de un apego total entre los dos, cuando salíamos de vacaciones pasábamos todo el día juntos, hasta nos bañábamos desnudos y era lo más normal. Cuando me entro la inquietud de saber sobre mis placeres sexuales, me di cuenta que me atraían los hombres. Y de allí a los 13 años comencé a tocar a mi primo por las noches cuando dormíamos.

Desde muy pequeño dormíamos abrazados o con los pies de uno encima del otro, que se veía entre primo lo mas de normal, pero ya con el inicio del conocimiento de la sexualidad, cierta noche paso más de lo que debía ser un simple toqueteo.

Era bien entrada la noche, en ese momento el estaba boca arriba y yo lo estaba abrazando cuando se me dio por tocarle el pene, que para mi sorpresa, ya estaba casi tan duro como el mío.

Comencé a masturbarlo, pero él se excito mucho y pues… se me abalanzo encima de mí y allí perdí o mejor gane. De allí que casi todas las noches lo hacíamos y en el día no se hablaba del tema. Pasábamos jugando lo más de normal y en la noche seguíamos el juego pero esta vez acompañado con la complicidad de la oscuridad.

Por alguna razón, al crecer nos distanciamos y nunca más hablamos de aquellas noches de verano en la casa de campo del abuelo; pero siempre me preguntaré que tanta gente se inició igual que yo.   ¿Alguien más que se anime a contarnos de su primo?

– Jorge

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Autor: crestrepo

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