La verdadera discriminación

¿Cuántas veces el día de hoy discriminaste? Seguramente dirás que ninguna, que tu jamás lo harías o lo has hecho. Desafortunadamente no te has dado cuenta que lo haces  y es ahí donde deberíamos de poner toda nuestra atención ya que este es sólo el principio de la verdadera discriminación.

Cuántas veces inconscientemente discriminamos a lo largo del día, nunca lo sabremos realmente y menos si esto se ha vuelto una costumbre diaria. Para la mayoría de las personas la discriminación sólo tendría causa cuando señalas, ofendes, segregas etc. de forma consiente a una persona o grupo diferente, sin embargo no es así.

Hoy día existen diferentes tipos de exclusión, aquí menciono sólo algunas: Discriminación Laboral, religiosa, social, racial, ideológica. Claro que dirás que no lo has hecho pero pregúntate ¿cuántas veces has pensado que una persona de apariencia extraña no debería estar en tal o cuál lugar?  Y aquella vez donde señalaste a quien vestía de manera diferente ¿o esa otra vez donde te diste la vuelta para no pasar por donde viven los Testigos de Jehová? Si amigos desafortunadamente todos los días cometemos por lo menos un acto de discriminación.

En nuestro país tristemente es una práctica muy normal, basta tan sólo con entrar a una página de empleos  y leer, no hay oportunidad para personas mayores de 35 años, para tener oportunidad a un buen trabajo tienes que salir de una universidad privada, tienes que tener una excelente presentación, no tienes que tener planes para embarazarte o casarte.

La discriminación comienza en la niñez donde no hay lugar para los niños que tienen sobrepeso, donde las “niñas bonitas” no juegan con “las feas” donde los niños que son callados y su comportamiento es afeminado no son parte del grupo “dominante” o de los “normales”, donde los niños de escasos recursos son señalados, en ocasiones, hasta por los mismos profesores.

¿Todo esto te parece familiar? Porque yo admito que alguna vez lo hice, yo sabiéndome diferente discrimine a otros. Dicen que es la “ley de la selva” donde el más fuerte se come al más débil…

Hay demasiados estudios y estadísticas donde se habla de números y de casos sin solución, deberíamos y tendríamos la obligación de cambiar este tipo de estudios por sólo un poco de educación, un poco de información  acerca de lo que llamo la verdadera discriminación , la que no se ve, la que no sentimos pero que sin embargo es la que más daño hace, la que deja huellas profundas en cada una de las personas afectadas y que en el mejor de los casos sólo queda como un mal recuerdo, pero en otras situaciones se convierte en un “toma y da” donde el señalado busca  ahora  señalar , esto simplemente se vuelve una cadena de venganzas y rencor que jamás terminará.

Todos desde nuestra pequeña trinchera deberíamos ocuparnos en mostrar a nuestros hijos , amigos y familiares la importancia del respeto, lo afortunados de vivir en una sociedad tan diversa, deberíamos aprender que lo diferente es lo más valioso que tenemos, eso es lo que nos hace verdaderamente hermosos.

Trabajemos e intentemos dejar este mal hábito, esta costumbre tan arraigada en nosotros. Vivimos en un país clasista, de doble moral, homofóbico, un país que cada día se hace más viejo e irónicamente cada día hay menos oportunidad para ellos de tener acceso a lo más elemental un trabajo digno, atención médica, familia.  Este es un país donde se hablan aproximadamente 68 lenguas y todos los días decimos adjetivos como “indios “o “marías”. Vivo en un país donde diario se habla de la importancia de la mujer como jefas de familia, como ejemplos de vida y donde cada año, con bombo y platillos, se festeja un día de las madres, y son a ellas a quienes les niegan el empleo porque “se pueden embarazar”, son a ellas a las que se les niega la oportunidad de decidir sobre su cuerpo y son ellas las que cada día son golpeadas y violadas porque esto también es una forma de discriminación.

Hoy no salí de casa y sólo por eso no discrimine de otra manera seguramente lo hubiera hecho. Es difícil más no imposible dejar de actuar de esta manera intentémoslo, hagamos las cosas diferentes.

Nadie es tan o más importante que otra persona, ningún grupo es más superior que otro, nadie tiene el derecho de quitar sueños, anhelos y despojar de lo más valioso que tiene y le corresponde a un ser humano: la dignidad y el derecho de vivir.

¿Cuántas veces discriminaste el día de hoy?

Fuente: EneHache

Autor: crestrepo

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