Relaciones de pareja: Respeto a las diferencias

Somos diferentes en lo personal. Cada uno de nosotros ha sido formado con parámetros, consideraciones, creencias y valores propios y diferentes al resto de las personas, aun cuando espiritualmente estemos hechos de la misma naturaleza.

Nuestras diferencias personales nos separarán si nos fijamos en ellas al momento de relacionarnos y de convivir con la persona amada.

Hay personas que desde el comienzo de la relación ya están pensando que cuando vivan en pareja lograrán cambiar aquellas actitudes que le molestan de su futura pareja; otras, una vez que se establece la convivencia, se pasal la vida queriendo cambiar o doblegar la forma de ser de su pareja, casi siempre con la intención de mejorar su condición de vida.

Ciertamente podemos aportar sugerencias positivas a la otra persona producto de nuestra experiencia, pero debemos aprender a respetar el proceso y el tiempo que le tome para decidir si la otra persona la incorpora o no.

Ahora bien, cuando nos convertimos en personas perseguidoras del otro a través del sermón, la crítica o el juicio constante, corremos el riesgo de que esta actitud nos lleve a distanciarnos, a enfriarnos y hasta crear un resentimiento que nos impulse a agredirnos.

¿Alguna vez has pensado en la posibilidad de aceptar a tu pareja tal y como es?

Reflexiona acerca de las cualidades y de las limitaciones personales que tiene tu pareja y pregúntate si pudieses vivir de buena manera con ellas.

Aquellas características positivas de la personalidad de la pareja que encontramos en el comienzo de la relación deberían bastar para que tengamos una convivencia. Si a lo largo de ella vamos transformándonos el uno al otro para convertirnos en mejores personas, este será un regalo extra, producto del amor, la entrega y el trabajo que hemos realizado individualmente, por el bienestar de los dos.

Forzar a la pareja a aceptarnos a sabiendas de que tenemos ciertos hábitos o actitudes negativas hacia nosotros mismos o hacia nuestros seres queridos, es una falta de consideración y respeto hacia la peronas que nos ama.

Espero que ni en los momentos más difíciles digas la frase:

“yo soy así y si me quieres bien y si no…”

– Maytte

Fuente: EneHache

Autor: crestrepo

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