Una buena pregunta la que me encontré anoche mientras chateaba con un chico en Manhunt.net. Escribiendo desde un hostel en Buenos Aires, donde ando de mochilero por estos días, conocí un chico que me decía: ¿Por qué si el sexo gay ya no es algo clandestino, sigue existiendo el glory hole? … No tuve respuesta inmediata pero me puse a investigar.
El glory hole, ese hueco del que asoma una jugosa verga que sale de la pared en la mayoría de saunas y zonas oscuras de algunos bares, fue un ‘invento’ de los días de represión; una forma segura y anónima de tener placer, mamando o recibiendo una mamada sin poner en evidencia tu identidad; pero hoy en día cuando ya pocos nos persiguen para quemarnos en la hoguera, esta práctica clandestina esta lejos de desaparecer.
Según algunos expertos, los excitante del glory hole es la sensación de “romance con una verga” sin que importe nada más. Incluso si el chico detrás de la pared no es de tu agrado, puedes concentrarte sólo en su verga y obtener placer. Además, es una forma de canalizar un gusto concreto, el gusto por los penes, sin que sea necesario otro tipo de acción como conversar, masajear o acariciar otras partes del cuerpo.
Una verga dura y gruesa atravesando una pared, es suficiente estímulo para la mayoría de nosotros que bien podemos “chuparla como si nos alimentara” y obtener placer sin que nos importe el resto de anatomía oculta tras la pared.
No sabemos cuando desaparecerá esta práctica, pero lo más seguro es que no será pronto.
– Jorge
Foto: Chaosmen.com
