Partamos de la base de que cada cual puede gastarse su dinero en lo que quiera. Pero, si se me permite el apunte, me llama muchísimo la atención que ciertas entidades gasten su dinero en promover odio. Es el caso de la religión cristiana, empeñada en hacer campañas publicitarias para que no los gays no tengan derechos. La imagen que acompaña este post es de Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas.
En el cartel se puede ver como la comunidad religiosa Jesucristo Esperanza Segura está en contra del aborto, de los matrimonios homosexuales y del consumo de marihuana. Estas tres aberraciones aparecen en los Diez Mandamientos de… espera un momento. En los Diez Mandamientos no se dice nada del aborto. Ni recuerdo el “No fumarás marihuana ni otros productos psicotrópicos”. Por supuesto, también está el conocido mandamiento que habla de prohibir los matrimonios entre personas del mismo sexo.
La constitución mexicana prohibe la discriminación por sexualidad, así que este cartel podría (y debería) ser retirado. Además se pretende investigar con qué fondos se ha pagado dicha campaña. Ya que si está pagado con dinero de los ciudadanos, con la pobreza que hay en el municipio de Chiapas, sería bastante preocupante. Y parece que ser que el edil Leonardo Rafael Guiraro Aguilar podría haber pagado esta campaña con fondos públicos.
Lo mismo que si está pagado por la iglesia o por una organización religiosa. Ya que la iglesia está ahí para ayudar al prójimo. Imagino que si organizaciones como estos Jesucristo Esperanza Segura tienen dinero para pagar un soporte publicitario así, no les hará falta que sus feligreses aporten a sus arcas, no? Vamos, digo yo.
Lamentablemente, esto en España tampoco nos pilla muy de sorpresa, ya que la Iglesia que aquí pagamos todos se ha dejado un dineral en campañas contra el aborto. Que oye, su ideal es, pero gastarse el dinero de los feligreses (y no tan feligreses) así, sin preguntarles su opinión, no está bien.
Fuente: Ambiente G