Luego de una vida de negación y sentimientos contrariados hacia otros hombres, el argentino Andrés Gioeni ingresó a un seminario y se convirtió en sacerdote poco antes de cumplir los 30. Corría el año 2000 y el curioso padrecito mendocino comenzó a navegar páginas de internet de citas para homosexuales. Así fue como descubrió que lo suyo no era la sotana, sino la sunga y colgó los hábitos.
Andrés Gioeni dando misa en Mendoza en el año 2000
De este modo, Andrés decidió seguir el camino del señor… o el de varios. En el año 2001, se mudó de Mendoza a Buenos Aires y como una suerte de Evita gay, intentó encontrar fama y fortuna en la gran ciudad. Quiso jugar a ser modelo y así fue como consiguió trabajo posando para una marca de ropa interior. Un año más tarde, fue portada de la ya desaparecida revista de temática gay argentina ‘Imperio’, al mismo tiempo que recibía la carta de expulsión de parte del episcopado. Además, fue bartender en un conocido club gay de Buenos Aires y también ha tenido pretensiones de actor teatral.
Andrés posando desnudo para la revista argentina Imperio
En el año 2003, el curita que dio el mal paso escribió un libro autobiográfico llamado ‘Lucifer, ángel y demonio’ donde cuenta acerca de su larga experiencia de unos pocos meses como miembro del clero católico. Los medios de la Argentina le prestaron algo de atención, apareció en algún que otro programa de TV contando su historia, pero pronto quedó en el olvido.
El año pasado, con cierta impetuosidad, Andrés escribió de puño y letra dos cartas al Papa Francisco y se empeñó en que los medios las difundieran. En ellas, pedía un cambio de postura de parte de la Iglesia Católica respecto a la homosexualidad.
Andrés en una de las obras de teatro en las que participó como actor
En la primera misiva, se coloca a sí mismo como ejemplo y modelo de conducta: “Particularmente cuando me descubrí homosexual me a asusté mucho, le tuve miedo a eso nuevo y desconocido con lo que me tenía que enfrentar. Tuve terror y pavor de estar desafiando la voluntad de Dios y de estar al borde del precipicio del infierno. Con sana humildad quiero decirle que hoy después de casi diez años de convivencia monógama con otra persona de mi mismo sexo, me siento feliz, realizado y con ganas de transmitir esta experiencia para que muchos otros puedan experimentarla y vivirla”.
Mientras trabajaba como copero en el conocido bar del centro de Buenos Aires, Andrés conoció a Luis Iarocci quien el próximo 7 de marzo se convertirá en su esposo como Dios manda. A pocos días de su boda, anuncia el lanzamiento de su nuevo libro llamado ‘Vacío de resurrección. Buscando la prolongación de la vida’.
Andrés y su pareja Luis Iarocci con quien contraerá matrimonio el 7 de marzo
En la segunda carta al papa, al mes de haber enviado la primera, prácticamente exige una respuesta del sumo pontífice debido a que la primera misiva “se replicó por tantos lugares, y en tantos corazones se abrió una esperanza”. Pide que “incentive, estimule, promueva y acompañe a aquellos teólogos que se atreven a profundizar en la Teología moral sexual acerca del lugar y la experiencia de la persona homosexual”.
Realmente, un santo.
– Rico