“Looking”: Como mirarse en un espejo… ¿o no?

El domingo de la semana pasada se transmitió el último capítulo de la primera temporada de “Looking”, la serie de temática gay de HBO que fue estrenada con bombos y platillos el 19 de enero de este año. Ahora, hay que esperar hasta el 2015 para ver como siguen las vidas de Dom, Patrick y Agustín.

Luego de haber podido ver los 8 capítulos del programa, podemos hacer un balance un poco más exhaustivo de lo que nos han mostrado en el programa creado por Michael Lannan luego de la expectativa que se generó durante los meses anteriores al estreno.

Primero fueron las comparaciones con “Girls”, otra serie éxito de HBO que, con un formato diferente y un nuevo lenguaje, revolucionó la manera en que se cuentan historias de gente joven en la televisión norteamericana. Después, el hecho de que Andrew Haigh, el director de la película “Weekend” estuviese involucrado en la producción del programa, hizo pensar a muchos que “Looking” sería algo así como una versión gay de la trilogía “Antes del Amanecer/Atardecer/la Medianoche” de Richard Linklater. Otros, iban a tomar como punto de referencia y comparación a “Queer as Folk”, la otra serie puramente gay en la historia de la TV por cable de EE.UU.

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En realidad, hay un poco de todo esto y más. Durante sus 8 capítulos, “Looking” mostró parte de la vida de estos tres amigos que residen en San Francisco, adentrándose en su intimidad y recogiendo algunas de sus experiencias.

El protagonista indiscutido de la serie es Patrick, interpretado por Jonathan Groff. Este all-american-boy mostró un estereotipo de hombre gay que no está del todo conforme con su sexualidad y cuyos conflictos y prejuicios le impiden tener una relación de pareja duradera. Durante esta primera temporada, su atención estuvo dividida entre Richie, el peluquero de origen mexicano que conoce en el tren y Kevin, su jefe de origen británico en la empresa de diseño de videojuegos para la que trabaja.

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Luego tenemos a Dom, el Brian Kenney de “Looking”. Con 40 años recién cumplidos, el personaje encarnado por el australiano Murray Bartlett es el típico gay buenorro y seguro de sí mismo que nunca tuvo que esforzarse demasiado para acostarse con quien quisiera. Pero llegadas sus cuatro décadas de vida, pasa por la clásica midlife crisis que lo lleva a replantearse su profesión. Habitué de Grindr, saunas y darkrooms, conoce a un hombre mayor que él con quien se asocia para intentar abrir su propio restaurante. Dom parece ser de esas personas que no saben relacionarse con los demás si no es a través del sexo, ya que más allá de su atractivo físico y su aparente confianza en sí mismo, parece tener una necesidad de atención disparada por una baja autoestima.

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Y finalmente está el latino Agustín, como para ponerle un poco de color a la cosa. Quizás el personaje menos desarrollado y más desdibujado de la serie, esta criatura interpretada por Frankie J. Álvarez es la única del trío protagónico en encontrarse en una relación de pareja. En el segundo capítulo, se muda con su novio Frank a las afueras de la ciudad, más precisamente a Oakland. Ya en el primer episodio, los convivientes habían llevado a un tercero a la cama, como una forma de mostrar que es imposible para una pareja gay tener una relación monogámica y exclusiva. Agustín tiene pretensiones de artista y luego de perder su trabajo, se obsesiona con un prostituto a quien contrata para que tenga sexo con Frank mientras él los fotografía. Como era de esperarse, las cosas no terminan bien entre los tórtolos…

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Las escenas de sexo han sido pocas y no muy extensas. Algunas de ellas han rozado el límite de lo porno aún sin mostrar demasiado. Los creadores de la serie se han jactado del realismo que intentaron imprimirle a los encuentros sexuales de los protagonistas y en algún punto, lo han conseguido con bastante éxito.

El balance final de la primera temporada de “Looking” es ni muy muy ni tan tan. Para el tipo de historias que se están contando y de la manera en que se cuentan, el formato de media hora parece quedar corto. En varios de los episodios, uno se queda con sabor a poco cuando llegan los créditos finales. Un ejemplo fue el capítulo 5, el cual fue básicamente una cita entre Patrick y Richie donde no pasó más que eso. El tono intimista que le quieren imprimir al programa está bien logrado, pero se podría desarrollar un poco mejor en una hora de duración.

Luego está el tema de los estereotipos y de la identificación del público con los personajes. Las críticas al programa han sido muchas; se lo ha tildado de aburrido y de pretensioso entre otros descalificativos. Muchos televidentes gays se han pronunciado en contra del show, indicando que no representa a la comunidad en su totalidad. En otros casos, se ha dicho que se muestra al hombre homosexual como es visto por la gente hétero: incapaces de mantener relaciones duraderas, infieles, prejuiciosos, adictos al sexo, consumidores de drogas, desconectados de sus familias, obsesionados por el aspecto físico, entre otros lugares comunes.

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A pesar de todo esto y de que los índices de audiencia no fueron los esperados, HBO ha renovado a “Looking” para una segunda temporada a transmitirse durante el año que viene. Ahí veremos si los creadores de la serie mantendrán el estilo o harán algunos cambios en base a las opiniones del público para poder seguir en pantalla durante unos años más.

Y a ustedes, ¿qué les pareció la primera temporada de “Looking”? ¿Cuál fue su capítulo y su personaje favorito?

– Rico

Autor: crestrepo

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