El rey de las #Selfies es también un ícono gay. Es uno de las estrellas de Hollywood con más presencia en la escena LGBT mundial, no sólo como intérprete, sino también como director, autor y productor.
Bajo el lente de Mapplethorpe.
El nene mimado de Hollywood nacido en Palo Alto, California (lugar de residencia de la alcurnia científico-culturosa estadounidense) no sólo es una cara bonita, sino uno de los actores más importantes de su generación, y de todos ellos, el que más ha aportado al cine gay de la última década.
Tiene una mezcla explosiva: ascendencia judío-rusa por parte de madre y portuguesa-sueca, por parte de padre. Pero ningún mandato familiar, religioso, social o incluso del showbiz lo ha detenido en su afán de crear para ser visto y escuchado.
Las dos caras de una misma moneda.
A sus 35 años ha participado en más de cincuenta películas, ha dirigido, producido y escrito unas veintitrés, entre documentales, cortos y largometrajes. Y aunque comercialmente se hizo conocido por la trilogía de Sam Reimi, “Spiderman”, también ha sabido consagrarse en películas LGBT como “Milk” (2008), en la que interpreta a la pareja del político y activista LGBT Harvey Milk, y “James Dean” (2001), donde logra una composición magistral de un joven aspirante a actor inseguro y desarraigado, recibiendo su primer y hasta ahora único, Globo de Oro.
Trailer “James Dean: The Rebel Lives” (2001)
Pero su intervención en la escena gay no termina ahí, es sólo el comienzo. En 2010, “Howl”, el retrato del poeta Allen Ginsberg abrió la noche del Festival Sundance. Y ¡boom! otra vez el sex symbol había puesto sobre la mesa una interpretación mordaz, fina y hasta sexy del mayor exponente de la generación Beat, heredero de Blake, Whitman y García Lorca. Todos gay, por supuesto.
Trailer “Howl” (2010)
Sin embargo y a pesar de su creciente popularidad en la comunidad gay, el nene no estaba satisfecho. Al año siguiente escribe, produce y dirige “Sal” (2011), una película inspirada en la vida de Sal Mineo, el actor italo-americano sex symbol de su época, que compartió la fama de James Dean en la famosísima “Rebelde sin causa” de 1955. La cinta explora los rincones de su pública bisexualidad, su relación amorosa con el chico dorado de Hollywood y su trágica muerte a los 37 a manos de un repartidor de pizza. Otro guión más de temática que junto a algunos cortometrajes suyos como “Masculinity and me” (2010) y el largometraje sobre la vida del poeta norteamericano suicida Hart Crane, “The Broken Tower” (2011), componen una interesante biblioteca audiovisual dedicada a estudios de género, homosexualidad y derechos LGBT.
“14 actores actuando: James Franco” Si aún no estabas enamorado de él, con este video “homo-sensual” y polisemántico, vas a caer.
Y para seguir sumando títulos a esta genial lista, nuestro querido actor no-declarado pero claramente gay (o por lo menos, claramente obsesionado con lo gay) dirige y produce “Interior. Leather. Bar” (2013), una provocativa recreación en clave docu-ficción, de los cuarenta minutos borrados (por contener sexo explícito) de la famosa película ochentosa gay “Cruising” protagonizada por Al Pacino. James interpreta a un amante del cuero que acude a bares de esta temática para divertirse.
Trailer “Interior. Leather. Bar” (2013)
Material #Selfie titulado: “50 sombras de Batman y Robin”, donde aparece desnudo, chorreando leche y vestido de sado, parodiando seguramente al bestseller “50 sombras de Grey”.
Y no sólo te hace pelis gays. El actor ha expresado abiertamente su apoyo a la comunidad LGBT y ha manifestado en varias declaraciones a la prensa que está en contra de la censura homófoba y los todavía excesivos prejuicios del cine mainstream con relación al cine de temática gay. Aunque sigue aclarando que es presumiblemente heterosexual y le hubiera encantado hacer parte de nuestra comunidad más activamente, pero todos sabemos que bajo ese puente ha corrido mucha agua.
– Koch