¿A quien no le ha pasado alguna vez? Un buen día encuentras al chico ese que te pone loco, se ven una vez, todo anda bien y tú feliz empiezas a delirar de amor imaginando unicornios rosados que vomitan arcoiris, y de repente llega ese momento en el que quieres volver a verlo, le mandas mensajes por todos los medios y descubres que te tiene bloqueado hasta en la páginas amarillas. En el norte ya le pusieron nombre a ese acto de desaparición: Ghosting.
Es un término inglés que viene de Ghost (fantasma) y que define una nueva tendencia cada vez más común con las apps y las redes sociales en las que una relación que promete no acaba cuando alguno de los involucrados dice basta, sino que simplemente opta por desaparecer en el éter y no lo encuentra ni la Interpol.
Para que te quede claro: Tú que le mandaste treinta y cuatro whatsapps con emóticons para saludarlo y él nunca más te contestó, eso es ghosting. Si te puso el visto es aun peor.
Al parecer el hecho de que las relaciones se establezcan fuertemente en medios virtuales, hace que sea mucho más fácil desaparecer y no tener que enfrentar la situación de tener que explicarle al otro que es lo que hace que la relación no prospere más. Práctica que en castellano hemos llamado ancestralmente: hijaputez.
Dicen los especialistas para todo hay especialistas que si muchas veces eres víctima del ghosting debes replantearte el tipo de acercamiento que tienes en las redes sociales aunque tampoco debes cargar con ninguna culpa por ello. Por otro lado, si eres de los que se la pasa ¿ghostiando? a los demás, sencillamente eres un despreciable ser humano, ojo que lo dicen los especialistas.
¿Y a ti te han hecho ghosting?
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PAPU