Según estudios previos, solo 13 minutos dura una buena faena sexual, aunque la mayoría de hombres pueden durar menos y eso no es benéfico para la relación.
Nos hemos dado a la tarea de buscar trucos para que esos minutos se “alarguen” y la calidad del sexo mejore.
Trucos:
Masturbarse por 15 minutos
Cuando tengas esos momentos de intimidad con tu mano, toma el tiempo. Al menos, 15 minutos debe durar la masturbación, desde el momento que inicia hasta que sale toda la “lechita”.
Pero, si eres un hombre que no demora nada o te sobreexcitas, entonces acude a técnicas que ayuden a alargar el tiempo.
Una de estas técnicas, súper recomendadas, es que cuando estés a punto de eyacular, para, pon “stop” y espera unos 10 segundos o un poco más, para que la excitación baje un poco y de nuevo intentas hasta que cumplas los minutos requeridos.
Si estas en medio de la faena… ¡para!
Si estás dándole a tu hombre con toda las ganas, pero han pasado solo cinco minutos desde que iniciaron “y ya viene para afuera”… detente; sácalo, aprieta un poco debajo del glande y espera unos 10 o 20 segundos para volver a la acción.
Durante esos segundos, unas caricias o besos no caen mal.
Mantén una excitación equilibrada
El proceso de respuesta sexual tiene cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y finalización.
El truco está en reconocer en qué punto te encuentras. En este sentido, otorga una nota a tu excitación sexual en una escala del 1 al 10 e intenta mantenerte siempre en 7.
Mientras orinas puedes practicar
El ‘kegel’ es un ejercicio que te ayudará a fortalecer los músculos responsables del control eyaculatorio.
Inténtalo cortando y reanudando varias veces el flujo de orina cuando estés en el baño… imagina que estás teniendo una eyaculación; y te detienes, y sigues, detienes y sigues.
Pon en práctica la famosa “puntica y nada más… bueno, solo por unos minutos”
Mete la cabeza de tu pene en la entrada del ano de tu compañero, juega con ello, la presión hará que tu chico se sienta en el cielo.
El solo hecho de tener algo duro en el trasero, hace que despierte el morbo y esto sencillamente es excitante para ambos.
Otro truco tiene que ver con, cuando sientas que la lechita está por salir, sácalo del ano de tu compañero y experimenta con “la puntica y nada más”.
Las segundas partes siempre son buenas
“El que es caballero, repite”.
Casi siempre las segundas veces, al término de la eyaculación, son buenas. Por eso si has terminado muy rápido, espera unos minutos para que se te vuelva a parar y sigue dándole a tu compañero.
Olvídate por un momento de lo que estás haciendo
El área del cerebro responsable de desencadenar el orgasmo se activa tanto cuando estás pensando en llegar como cuando no.
Así que mientras más pienses en durar peor, ya que antes alcanzarás el clímax. Concéntrate en disfrutar de la experiencia y que el orgasmo venga cuando tenga que venir.
O piensa en tu mamá… esto último sonó horrible. ¿Cierto? Pero funciona.
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Créditos: MEN X