Marlon Brando… ¿Gay?

Hollywood está conmocionado con la revelación de que el actor más atractivo y varonil de la historia del cine estadounidense tuvo varias relaciones con hombres. Han pasado 14 años desde su muerte y hoy vuelve a ponerse en tela de juicio la orientación sexual del protagonista de El padrino.

Si existió un símbolo del macho en la historia de Hollywood, ese fue Marlon Brando. El actor que saltó a la fama con su personaje del pandillero motociclista Johnny Strabler en la película The Wild One, puso de moda la chaqueta negra de cuero entre los jóvenes de los años cincuenta e hizo suspirar a centenares de fanáticas.

Un año después, en 1954, fue reconocido con el Óscar a mejor actor por su protagónico en la cinta de Elia Kazan On the Waterfront. En la piel del exboxeador Terry Malloy, Brando exhibió de nuevo su innegable don histriónico pero también sus atractivos masculinos en los muelles neoyorquinos. ¿Y qué decir de su implacable Don Corleone en El padrino? Un recio personaje que con frialdad apuntaba en la cabeza de sus enemigos con un arma y les ponía a elegir entre sus sesos o estampar su firma al final de un contrato.

El galán que firmó tres veces el divorcio de sus esposas Anna Kashfi, Movita Castañeda y Tarita Teriipaia, vuelve a ocupar los titulares gracias a las polémicas declaraciones de Quincy Jones en Vulture, el sitio web de entretenimiento de la revista New York Magazine. El productor musical, recordado por las decenas de premios que ganó con Michael Jackson, describe a Brando como el “motherfucker más encantador que hayas conocido”.

En la entrevista, en la que no dejó títere con cabeza, dice que el inmortal “padrino” tenía sexo con todo lo que se le atravesara. “Él tiraba con cualquier cosa. ¡Cualquier cosa! Le dada a un buzón, a James Baldwin, Richard Pryor, Marvin Gaye”, despotricó.

Las reacciones fueron inmediatas y no todas resultaron negativas. Jennifer Lee, viuda del cómico Richard Pryor, le confirmó a TMZ que su marido era abiertamente bisexual y que fue amante de Brando en los años setenta. La actriz y escritora de 78 años le atribuyó este aparente libertinaje a las drogas, que en esa década estaban en furor. “Si te metías la suficiente cocaína, te podrías follar a un radiador y enviarle flores por la mañana”, dijo.

Sin embargo, Rain, la segunda hija de Pryor, se apuró a desmentirla. En su cuenta de Facebook aclaró que si bien su padre fue un hombre de mente abierta, nunca tuvo sexo con el protagonista de Un tranvía llamado deseo. “La llamada viuda de mi padre validó todo porque necesita legitimarse y de paso empañar su memoria. Ella odiaba a Quincy y a papá”, escribió.

Sobre los amoríos de Brando con el poeta James Baldwin y el cantante Marvin Gaye, quien le agregó una “e” a su apellido para diferenciarse de su padre homosexual, nadie se ha pronunciado.

Brando siempre fue blanco de todas las miradas y la novedad de Quincy Jones se reduce a los nuevos nombres. Desde su primera aparición en la gran pantalla, en la película The Men, su orientación sexual estuvo en entredicho. En una de sus biografías, The Only Contender, el autor Gary Carey recuerda las declaraciones de Brando acerca de la duda sobre su relación con Jack Nicholson, su compañero de set en The Missouri Breaks, en 1976.

Brando dijo: “La homosexualidad está tan de moda que ni siquiera es noticia. Al igual que muchos hombres, yo también he tenido experiencias homosexuales y no me avergüenzo. Nunca le he prestado mucha atención a lo que la gente dice de mí, pero si alguien cree que Jack y yo somos amantes, pues que lo siga pensando. Me resulta divertido”. Los dos guapos e irreverentes fueron vecinos en la Mulholland Drive en Los Ángeles, y precisamente a esa avenida se le llamó Bad Boy Drive debido a sus excesos públicos.

En 2004, cuando se conmemoraba una década de su muerte, la escritora Susan Mizruchi también le dedicó muchas páginas a su agitada vida sexual. En la biografía Brando’s Smile hizo énfasis en lo que él mismo había reconocido: que por su cama pasaron Cary Grant, Rock Hudson, Laurence Olivier y James Dean. De este último, del ‘rebelde sin causa‘, se dice que le gustaban los juegos sadomasoquistas que le proponía Brando, quien disfrutaba apagando cigarrillos sobre su cuerpo. Pero esa historia es ceniza de otro cenicero…

Créditos: Jet Set

Autor: Marlon Manhunt

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