¿Deseas ligar y sentirte bien al hacerlo? ¡Presta atención!

Lo primero que debes preguntarte cuando ligas en internet es qué es lo que estás buscando: ¿Compartir inquietudes? ¿Casarte? ¿Hacer el amor?

Desde los albores de internet han existido encuentros románticos. Primero fueron los canales de IRC, luego el Messenger (que supuso más de un quebradero de cabeza para los adolescentes) y, de un tiempo a esta parte, los cada vez más sofisticados portales de citas. La industria de los sitios de encuentros no deja de crecer, a un ritmo de casi un 10% anual, y cada vez más parejas duraderas se conocen a través de internet. En Estados Unidos se habla ya de que entre el 17 y el 35% de matrimonios están formados por personas que se conocieron en internet.

Pero, pese a las apabullantes cifras, en internet no es oro todo lo que reluce. Lo cierto es que las cualidades que mejor predicen el éxito de una pareja, como la compenetración, el sentido del humor o la compatibilidad sexual, no pueden adivinarse a través de un perfil web. Por eso muchas personas se llevan un chasco cuando conocen a una persona con la que han ligado en internet. Y por ello, para tener éxito en el flirteo online, evitar disgustos y evitárselos al resto, es mejor seguir una serie de recomendaciones.

Sé honesto, contigo y con tus pretendientes

Lo primero que debes preguntarte cuando ligas en internet es qué es lo que estás buscando: ¿Compartir inquietudes? ¿Casarte? ¿Hacer el amor con cuántos más mejor? Depende de lo que quieras tendrás que comportarte de una u otra forma. Si sólo buscas sexo casual y hablas con la gente como si buscaras un amor para toda la vida lo más probable es que acabes haciendo daño a todo aquel que se cruce en tu camino y, ten seguro, que acabarás haciéndote daño también a ti mismo.

Si mientes estás malgastando tu tiempo y, lo que es peor, estás haciendo que tus parejas potenciales también lo malgasten. La honestidad es crucial en un entorno en el que es muy sencillo mentir. Sólo la honestidad te asegurará que la relación pueda llegar a algo. Si mientes sobre tu edad, tu peso, tu altura, tu trabajo o las relaciones que tienes o has tenido, lo más probable es que te acaben pillando: estás malgastando tu tiempo y, lo que es peor, estás haciendo que tus parejas potenciales también lo malgasten. No debes preocuparte por cómo te vean los demás, puedes mantener la mentira en internet, pero en algún momento tendrás que dar el salto a la vida real, y la caída puede ser muy desagradable.

No abras demasiados frentes y sé selectivo

Una de las ventajas del ligoteo online es que amplía hasta el infinito el catálogo de posibles pretendientes. Y cada vez hay más solteros inscritos en estos sitios. Pero esta fortaleza es a la vez una de sus debilidades. Imagina una discoteca gigante llena de gente dispuesta a ligar, ¿por dónde empezar? No es una elección sencilla, y puede que acabes volviéndote loco.

Es cierto que muchos sitios de citas prometen estrechar tus opciones, a través de complejos algoritmos que miden la compatibilidad entre perfiles, pero aun así tendrás demasiado donde elegir. Un buen consejo es que no empieces a ligar con todo el que aparece. Trata de ir paso a paso y estrecha el cerco en busca de lo que realmente te interesa. También es importante saber en qué sitio te estás metiendo: hay portales orientados a encontrar una pareja seria, otros más abiertos al sexo casual e, incluso, sitios específicos para personas religiosas.

Cuida la privacidad, pero no te obsesiones

Aunque tu perfil en un sitio de citas sólo pueden verlo los usuarios de ese sitio, es de facto un documento público. Piensa que puede acabar en él cualquier vecino, familiar o compañero de trabajo, así que no publiques nada que no quieres que todo el mundo conozca. Una vez que establezcas relación con alguien del que te fíes podrás intimar todo lo que quieras, pero hasta entonces lo mejor es no ser demasiado exhibicionista.

En tu primera cita queda siempre en un espacio público: una cafetería que conozcas, un parque transitado, un museo…Los portales de citas online no dejan de crecer, los perfiles son cada vez más variados y puedes encontrar a todo tipo de gente, pero sigue habiendo aprovechados, que pueden tener todo tipo de oscuras intenciones. No hay que tener ningún miedo, no es habitual dar con gente mentirosa o caradura, pero, por lo que pueda pasar, lo mejor es ser cuidadoso con la privacidad: no publicites datos como tu dirección, teléfono, ni des demasiados detalles personales (con tu nombre y edad es más que suficiente).

Para curarse en salud, cuando empieces a intimar con alguien no está de más que busques la información que haya sobre él en la red. Si te ha dicho que está soltero y al buscar en Facebook ves que sale en la foto de perfil con su mujer quizás deberías dejar de hablar con esa persona.

Al margen de este pequeño trabajo de investigación, confía en tu instinto: si hay algo que te chirría, mejor no quedes en persona. Y, aunque todo vaya bien, no invites de primeras a un desconocido a tu casa. En tu primera cita queda siempre en un espacio público: una cafetería que conozcas, un parque transitado, un museo… No hace falta caer en la paranoia, pero hay ciertas precauciones que es mejor tomar por sistema.

Abraza la realidad

Por lo general, hasta el momento en que damos el paso y concertamos una cita en la “vida real” con alguien que hemos conocido en internet, pasamos un tiempo realizando un cortejo online. El problema es que, en sólo 10 minutos de encuentro cara a cara, toda esa percepción puede irse al traste. Internet sirve para conocer gente, pero no esperes encontrar pareja sin currártelo en el mundo real.

Si la persona con la que has quedado no te atrae lo más mínimo, sé amable, honesto y no te andes con rodeos.

En cuanto la relación empiece a funcionar en la red concreta una cita. No esperes mucho tiempo, puedes llevarte un disgusto, y es mejor no haber generado demasiadas expectativas. Al final, la biología tiene la última palabra. Poco importan los gustos, los intereses, el dinero o la inteligencia, si no existe una compatibilidad química. Si no hay feeling, da igual que hayas estado un año flirteando con esa persona. La relación no irá a ninguna parte.

Sé amable y considerado

En multitud de ocasiones los encuentros en persona no funcionan. Pero esto no quiere decir que no funcionen para las dos partes. Y aquí llega el momento más delicado: si no quieres que te hagan daño, empieza por no hacer daño a los demás. Si la persona con la que has quedado no te atrae lo más mínimo, sé amable, honesto y no te andes con rodeos. ¿Por qué hacerlo todo más complicado? En internet tendemos a decir cosas que bajo ningún concepto diríamos en la vida real, y hay que andarse con cuidado. Al final todo se resume en un consejo, el mismo que te ha dado tu madre desde que tenías uso de razón: sé bueno.

Créditos: Men Magazine Gay

Autor: Marlon Manhunt

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