Homo-Relatos: Al hombre que me fue infiel sabiendo que lo amaba

No merecías mi amor, eso me ha quedado muy claro, pero es cierta esa frase que dice “el corazón no escucha a la razón”, pues, aunque todo era muy obvio, una parte de mí siempre se resistía a aceptar la verdad, pensaba que todo podía cambiar.

Cinco años juntos, escribiendo historias en nuestros libros de vida, te entregué cada parte de mí, todo lo que yo era, incluso lo poco que quedaba te lo entregué en esa última canción que compuse para ti.

No podría decir que me arrepiento de todo lo que hice por ti, pues tú también hiciste mucho por mí, me regalaste grandes momentos de felicidad, ese viaje que hicimos juntos a la hermosa playa de Cancún, donde bajo la luz de la luna y con las estrellas como testigo, me pediste estar por siempre a mi lado.

Yo me creí cada uno de estos cuentos de hadas, en esta ocasión serían dos príncipes viviendo un amor soñado, teníamos nuestro palacio, creí darte todo eso que esperabas, no pensé te hiciera falta algo, tenías tú tiempo, yo el mío, apoyaba tus pasatiempos y tú los míos.

No me di cuenta del momento donde todo se comenzó a desvanecer, las caricias disminuyeron, teníamos charlas muy superficiales, incluso ya no buscabas mis labios por la noche mientras dormíamos, ya no estábamos completos, algo se estaba rompiendo.

Cegado por querer hacer que todo funcionara, me esforcé más de lo que merecías, miraste mis lágrimas correr por mis mejías, ahora siempre me decías que era un dramático, no pasaba nada, era solo cuestión de mi imaginación.

Tal vez yo también necesitaba creer eso, hasta que un día encontré en tu celular algunas fotografías de otra persona, podías tener amigos, claro, pero los amigos no se envían ese tipo de cosas, te pregunté y de nuevo negaste todo.

Ya la confianza se había quebrado, en esa ocasión yo no busqué enterarme de las fotos, ahora buscaba la verdad, así que revisé tus mensajes, era claro que estabas teniendo una aventura, “te extraño”, “eres ardiente”, “tengo todo lo que buscas en un hombre”, “¿cuándo me visitas de nuevo?”, fueron algunos de los textos que leí.

Decidí no decir nada, creo ya estaba cansado de pelear, ya ni eso me motivaba, los días pasaron como una simple rutina, te seguía amando, esperaba todo fuera simple sexo con la otra persona y me dijeras que estabas arrepentido, me confirmaras era a mí a quien amabas.

Después de unas semanas lo inevitable pasó, tanto tiempo fuera de casa, llamadas extrañas, fiestas a las que no me invitabas, era demasiado, así que pregunté: “¿me estás engañando?”, me miraste con los ojos llenos de lágrimas y tu cabeza me lo confirmó.

“Dime que es sólo es sexo, dime que es a mí a quien amas” te supliqué, fui muy tonto al hacer eso, ahora sabía que te habías enamorado de alguien más, entendí que ya no había nada que hacer, nuestra historia había llegado a su final, ya no quería luchar por algo que no existía.

Tomamos caminos diferentes, algunos días fueron muy duros, lloraba hasta quedarme dormido, no quería saber nada, simplemente me encerré en el dolor, imaginaba lo feliz que eras con otra persona, esa que me había robado tu amor.

Te puedo decir que todo cambió, ahora soy muy feliz, me siento pleno, retomé las riendas de mi vida y comencé nuevos proyectos, conocí a un hombre que mejora mis días, me hace querer ser la mejor versión de mí, me estoy dando otra oportunidad en el amor.

En cambio, tú te encuentras solo, perdiste tu trabajo, nunca hubiera deseado te pasará algo malo, realmente no creo lo merezcas, pero cada una de las cosas que obtenemos es porque las buscamos, ese hombre te engañó para que le dieras una vida de lujos, eras solamente un cajero que daba dinero, ahora que no tenías nada, te abandonaron.

Me has buscado arrepentido, por el momento no me interesa tenerte cerca, espero poder hacerlo más adelante y encuentres en mí un verdadero amigo, ya no podría ofrecerte algo más, rompiste tu promesa: “yo siempre cuidaré tu corazón, si está herido yo lo voy a curar; estaré a tu lado cuando más me necesites”.

¿Y tú qué piensas de esta historia?

Créditos: Men Magazine Gay

Autor: Marlon Manhunt

Compartir esta publicación en